¿Por qué se utiliza carburo de boro para moler láminas de grafito?
En el vasto campo de la fabricación de precisión y la ciencia de los materiales, las láminas de grafito, como material de alto rendimiento, se utilizan ampliamente en la electrónica, la industria aeroespacial, la energía nuclear y otras industrias. Sin embargo, el procesamiento de las láminas de grafito, especialmente la etapa de pulido, impone requisitos extremadamente estrictos en la selección de los materiales de pulido. El carburo de boro (B4C), un material cerámico especial conocido por su excelente rendimiento, se está convirtiendo gradualmente en la opción preferida en el campo del pulido de láminas de grafito. Este artículo explorará sus ventajas en el pulido de láminas de grafito desde múltiples dimensiones, como las propiedades físicas y químicas del carburo de boro, la eficiencia del pulido, la resistencia al desgaste y el control de costos.
1. Excelentes propiedades físicas y químicas del carburo de boro.
El carburo de boro (B4C), conocido comúnmente como «diamante negro», es un compuesto inorgánico conocido por su alta dureza, alto punto de fusión, baja densidad y estabilidad química. Su dureza de Mohs es cercana a 9,5, superada solo por el diamante y el nitruro de boro cúbico, y es la tercera sustancia más dura de la naturaleza. Esta característica permite que el carburo de boro mantenga una estabilidad y durabilidad extremadamente altas durante el rectificado a alta presión y alta fricción. Además, el carburo de boro tiene un punto de fusión de hasta 2450 °C y puede mantener su integridad estructural incluso en entornos de alta temperatura, y no es propenso a deformarse ni fundirse, lo que es particularmente importante para los procesos que requieren rectificado a alta temperatura.
La estabilidad química del carburo de boro también es notable. Es casi insoluble en agua y en todas las soluciones ácidas y alcalinas comunes, y exhibe una resistencia a la corrosión extremadamente alta incluso en entornos de ácidos fuertes (como ácido clorhídrico, ácido nítrico) y alcalinos fuertes (como hidróxido de sodio, hidróxido de potasio). Esta inercia química no solo extiende la vida útil de la herramienta de rectificado, sino que también evita el impacto de las impurezas generadas por reacciones químicas en la calidad de las láminas de grafito.